Los cíclopes sicilianos, gigantescas divinidades de la mitología griega con un solo ojo, siempre han estado ligados a Sicilia, su historia y su cultura. Narrados por mitos y leyendas, los cíclopes sicilianos se convirtieron antes en hábiles artesanos, forjando el rayo de Zeus y, más tarde, en pastores y monstruos en la Odisea de Ulises, una historia que ve a Sicilia y sus lugares protagonistas.
El más famoso de todos los cíclopes es sin duda Polifemo, cuenta la leyenda que Ulises, bajo el falso nombre de “Nadie” lo cegó para salvar a sus hombres y continuar su viaje.
La realidad siempre es menos romántica que la leyenda y se cree que el origen de los cíclopes en Sicilia se debe a hallazgos arqueológicos de cráneos de elefantes, animales que en el pasado poblaban la isla, confundidos erróneamente con “monstruos de un solo ojo”.
Las leyendas sobre los cíclopes sicilianos son muchas y fascinantes, pero la pregunta que nos hacemos en JustSicily es: ¿Qué queda hoy de los cíclopes? ¿Se pueden encontrar también en esta era de la tecnología, los smartphones y la información digital? Obviamente sí, o mejor dicho, podemos encontrar su presencia en los nombres y lugares que aún viven hoy en día.
POLIFEMO, el Cíclope más famoso y las Rocas Acitrezza Faraglioni.
Cegado por Ulises, Polifemo, enfurecido y sin uso de la vista, lanzó desde la cima del volcán Etna unas grandes rocas para intentar golpear “a ciegas” a los fugitivos.
Aquellas rocas aún son visibles en Acitrezza, en la provincia de Catania, con el nombre de “Faraglioni“. Lanzadas desde los cíclopes (o más bien desde la actividad geológica del Etna) crean hoy uno de los escenarios más evocadores de toda Sicilia que hay que ver al menos una vez en la vida, quizás disfrutando de una refrescante vista al mar degustando un típico helado de granizado.
BRONTE, un pistacho atronador.
Hoy en día el nombre “Bronte” lleva inmediatamente a la mente a los famosos pistachos que crecen en las laderas del Etna, pero el nombre era originalmente de un enorme cíclope de primera generación. Para entendernos, la generación de cíclopes artesanos fue anterior a la temible y monstruosa Polifemo. Bronte y sus hermanos eran hijos de Urano y Gea, o el dios del cielo y la diosa de la tierra, dedicados en el volcán Etna a la producción de rayos y relámpagos para Zeus.
Bronte era el Cíclope asignado a los “Truenos“, de ahí el origen del nombre “BRONTE=Trueno“. Es gracias a este cíclope siciliano primordial que hoy existe la ciudad de Bronte con sus inmensas maravillas históricas y su preciosa y deliciosa producción de pistachos.
ARGE, a phantom cyclops.
Arge era también cíclope siciliano de primera generación, era hermano de Bronte y de la menos famosa Esterope. También al servicio del dios Hefesto para la creación de rayos y centellas para Zeus tuvo, al contrario que sus hermanos, una rápida escalada social convirtiéndose en guardia del padre de los dioses y pudo casarse con una ninfa con la que tuvieron un hijo: Polifemo.
Arge fue asesinado más tarde por Apolo, hijo de Zeus y dios del sol, que lo mató para vengar el asesinato de su hijo Asclepio por culpa de Zeus. Se dice que aún hoy su sombra vaga por las laderas del volcán Etna. Arge fue llamada más tarde por los pueblos latinos “Acmonide“, cuyo nombre se asocia hoy a un mineral, el Acmonidesit del que son ricas las Islas Eolias y sus volcanes.
Los cíclopes sicilianos hacen de Sicilia, pero sobre todo de sus volcanes, en primer lugar el Etna, la fragua de Hefesto, un lugar mágico. Caminar por sus laderas, observar las vistas y las cuevas excavadas en milenios por la lava nos hace dudar de que lo que cuenta la mitología sea sólo una historia inventada.